Carlos Iannizzotto, el presidente de la entidad, lamentó que las iniciativas legislativas relacionadas con la producción no avancen. El dirigente mendocino, además, le dijo al Gobierno que “no hay que tenerle miedo a las exportaciones”. El pase del gremialismo a la política. Danilo Lima
El presidente de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), Carlos Iannizzotto, estuvo la última semana en Entre Ríos. Primero visitó Seguí, en donde expresó el pésame de la entidad a la familia del fallecido titular de la Federación Entrerriana de Cooperativas (Fedeco), Daniel Kindebaluc, y, luego, ya en Paraná, se reunió con dirigentes cooperativistas entrerrianos.
En diálogo con DOS FLORINES, Iannizzotto hizo un repaso de la actual situación de las economías regionales, advirtió al Gobierno nacional que cerrar exportaciones no soluciona el problema de las subas de los precios de los alimentos y se lamentó porque en el Congreso de la Nación las iniciativas vinculadas con la producción no avanzan. El mendocino, además, dio su opinión sobre la posibilidad de que su provincia se separe de la Argentina y admitió que analiza saltar del gremialismo agropecuario a la política en un espacio de centro que tenga como norte a la producción, el trabajo y la educación.
“Decir que todas las economías regionales están preparadas para enfrentar esta segunda ola de la pandemia tal vez sería muy optimista. No obstante, desde Coninagro, a través de nuestras federaciones y nuestras cooperativas, hemos trabajado en la mejora de los protocolos que ya teníamos en vigencia”, le dijo Iannizzotto a este portal. Subrayó, asimismo, que “tendremos que trabajar, si las medidas restrictivas se profundizan, en forma conjunta con la Nación y las provincias para garantizar la circulación y abastecimiento de productos” a los distintos centros urbanos.
– Más allá de la pandemia, ¿cómo ve la situación económica y social del país?
– La complejidad de la situación económica y social del país todos la conocemos. Los últimos números sobre pobreza e indigencia más la situación en que se encuentra mucha gente de clase media, con los bolsillos más flacos, nos preocupan mucho.
Nos parece que si no apelamos al diálogo, al acuerdo, dejando egoísmos de lado para dar paso a la faz humana y a la solidaridad, vamos estar en problemas mayores.
– En este marco, ¿cuáles son las economías regionales más complicadas?
– Las más complicadas, de acuerdo a los sondeos que realiza mes a mes Coninagro a través del Semáforo de Economías Regionales, son la avicultura, la forestación, el tabaco y la lechería que, creo, es la más complicada de todas en estos momentos.
Otras, en cambio, han comenzado a mejorar un poco, tal el caso de la vitivinicultura –con mejores precios en el mercado interno, aunque las exportaciones están complicadas–, la ganadería, el sector porcino, los cereales y el maní. Son producciones que gracias a los precios internacionales están mejor que hace un tiempo.
La preocupación que se viene es el tema de los precios internos, debido a la inflación. El gran desafío es trabajar para que los precios no se disparen porque profundizaría mucho más los problemas sociales que tiene el país.
– Coninagro es, quizá, la entidad que más ideas ha aportado al Gobierno, incluso a través de proyectos de ley, para ayudar a la Argentina, sobre todo al interior profundo, a salir de la crisis. ¿Han avanzado esas iniciativas?
– No, lamentablemente no. El Congreso está en deuda con el sector productivo: no se ha avanzado ni con la Ley de Economías Regionales ni con la federalización de la economía que hemos propuesto. Tampoco se ha avanzado con la Ley de Semillas ni con el cuidado del suelo ni en materia de conectividad.
La actividad legislativa, en estos temas, ha sido muy débil. El Congreso sólo se ha dedicado a cuestiones tributarias, y algunos temas urgentes, pero no a las cuestiones productivas.
Las exportaciones.
Unos días antes de que la secretaria de Comercio, Paula Español, saliera a amenazar con el cierre de las ventas al exterior de carne vacuna, Iannizzotto, acaso de manera premonitoria, remarcó que “no hay que tenerle miedo a las exportaciones” porque “el tema de los aumentos de los precios internos con está vinculado con las exportaciones”.
“Hay problemas internos endémicos que el Gobierno debe resolver, como, por ejemplo, la cuestión impositiva y la alta informalidad que ha crecido en los últimos meses” antes que pensar en cerrar las exportaciones porque si eso sucediera estaría frenando algo que puede generar más producción y más empleo”, enfatizó el cooperativosta mendocino.
La “secesión” de Mendoza y la política.
– ¿Usted apoya la idea de que Mendoza se independice de la Argentina como proponen algunos de sus comprovincianos?
– No, en principio no. De todos modos, como todas las ideas, hay que escucharlas, ver cómo se desarrollan y analizarlas, pero en estas circunstancias me parece que se trata de una idea que está muy lejos de poder realizarse, no tiene sustentabilidad. Y, personalmente, yo me siento muy argentino siendo mendocino. Pero, igual, sigamos escuchando porque los argentinos necesitamos escucharnos.
– ¿Le gustaría saltar de la actividad gremial a la política?
– Hay charlas, hay conversaciones. Hoy en día lo político está en el centro de la escena y nosotros tenemos una idea centrista, lejos de las posiciones pendulares que van de un Estado autoritario e intervencionista –que le pone el pie encima a la producción– a un Estado que no interviene en nada.
Nosotros tenemos ideas productivistas y en Mendoza me han convocado a ingresar a la política.
– ¿Le gustaría participar en las próximas elecciones legislativas por su provincia?
– Si se logra conformar un espacio productivo, de centro, que tenga como prioridad a la producción, al trabajo y a la educación, mi predisposición es participar en política. Aunque, claro, tendré que consultarlo con Coninagro, mi institución.
Iannizzotto no lo dijo, pero ese espacio de centro al que aspira ingresar está referenciado con Roberto Lavagna, el ministro de Economía.
DOSFLORINES