La circulación de la cepa de Manaos y la británica preocupa al gobierno. Hubo más de 9 mil casos en un día. El plan de vacunación es lento y el virus avanza.
Un alto funcionario del Ministerio de Salud de la Nación dijo que hay “un crecimiento más fuerte de los casos sin un nexo con eventos específicos, como fueron las fiestas el final del año pasado; un aumento en el número de positividad de los testeos; un pequeño incremento en la ocupación de camas de terapia intensiva que se entiende fundamentalmente por la suba de internados por coronavirus y una situación regional que nos muestra que los países vecinos ya están en un proceso muy avanzado de la segunda ola, incluso con sus sistemas de salud ya colapsados”.
Y el panorama demuestra que Argentina ya experimenta una segunda ola de COVID-19. Si bien el Gobierno de Alberto Fernández no lo confirma oficialmente, el país registra numerosos casos. El martes pasado hubo 9405 nuevos infectados y generó mucha preocupación.
Ante ello, la Casa Rosada ya tomó las primeras medidas para intentar evitar que los índices sigan siendo alarmantes. Por un lado, se suspendieron los vuelos de Brasil, Chile y México y quienes ingresen al país deberán hacerse un PCR para subirse al avión, otro al arribar al país y un tercero a los siete días de aislamiento. Y dichos testeaos serán costeados por el propio pasajero.
De ser positivos, los argentinos que regresen deberán aislarse en un hotel que también correrá por su cuenta. Ya no habrá costeo del Estado.
Los puntos más fuertes y preocupantes:
*Las cifras de casos alarmantes y la ocupación de UTI: martes 23 de marzo, Argentina sumó 9405 casos de coronavirus. Un número alto que no se informaba desde el 2 de febrero, con 9565 casos. Y claro, se estima que la llegada del otoño y del frío serán cruciales en esta nueva etapa. El Gobierno dijo que “pasó en todo el mundo y va a pasar en la Argentina, no podemos escapar a una situación que se produce a nivel mundial”. Incluso hubo un aumento en la ocupación de las Unidades de Terapia Intensiva (UTI), de 54.9% a nivel país y casi el 60% en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
*El temor a las nuevas cepas en nuestro país: son las de Manaos y Gran Bretaña. La última ya provocó la primera muerte de un hombre en Córdoba. Ambas modalidades del coronavirus se expanden con mayor rapidez y tienen una carga viral superior al SARS-CoV-2. Pero hasta el momento, no se registraron estudios que determinen que tengan una mayor mortalidad. También preocupa la circulación en el mundo de la variante de Sudáfrica, que es peligrosa.
*Control a los viajes del exterior: se estima que en el exterior hay 27 mil argentinos que podrían regresar al país en estos días y meses próximos. Es uno de los puntos más fuertes de preocupación del Gobierno. La suspensión de los vuelos desde Brasil, Chile y México fue una decisión tomada para evitar la circulación de las nuevas cepas. Desde hace tiempo, incluso, se desalientan los viajes al exterior.
Se saque que los viajeros/as deberán hacerse un testeo para poder abordar el avión con destino hacia la Argentina, tendrán que someterse a un nuevo PCR al llegar al país y otro al séptimo día de ingreso. Todos estos testeos, a cargo del pasajero.
En caso de dar positivo el PCR, al ingresar al país deberán realizar otro testeo de secuenciación genómica. Y pasan de inmediato a aislamiento junto a las personas con las que tuvieron contacto en lugares marcados por las autoridades nacionales cuyos costos quedarán a cargo del pasajero.
Los que den negativo en el PCR, tendrán incluso que quedar aislados en sus domicilios. Para después volver a hacerse un test y finalizar dicho proceso de contro.
*Plan de vacunación muy lento, retraso de llegadas de vacunas: el tiempo es tirano en la carrera de las vacunaciones. El Gobierno tenía en mente vacunar a 10 millones de personas entre enero y febrero. Pero se encontró con problemas de producción de la Sputnik V, la paralización del envasado de la vacuna de AstraZeneca, la falta de acuerdo con Pfizer y las dificultades del mercado internacional. Inmunización demasiada lenta a la población.
Los números del Monitor Público de Vacunación indican que ya fueron vacunadas 3.474.415 personas, de las que 2.824.344 recibieron la primera dosis y 650.071 los dos componentes. Se suma la llegada del otoño y el frío, y en meses el crudo invierno. Todo, con mayor preocupación.
*Un año después, el cansancio social: desde marzo, Argentina hace frente al coronavirus. Cuarentena estricta, con diferentes etapas y en distintas fases en algunas provincias. El agotamiento de la gente se sintió muy fuerte desde fines del año pasado, después de haber pasado por encierro, aislamiento, problemas económicos, entre otras cuestiones. Algunos no respetan las medidas sanitarias y genera riesgos. Ante ese panorama, ahora el Gobierno analiza la propuesta del Ministerio de Salud de la Nación, que busca reducir la circulación por horarios. Pero hasta ahora es rechazada para no generar descontento, como así también no se restringe para no afectar la economía.