Por mayoría, la Cámara de Casación Penal del Superior Tribunal de Justicia (STJ), rechazó el recurso presentado por los defensores del sacerdote. Ahora el caso podría recaer en apelación en la Sala Penal y de Procedimientos Constitucionales del Superior Tribunal de Justicia
La Cámara de Casación Penal del Superior Tribunal de Justicia (STJ), rechazó el recurso presentado por los defensores del cura Marcelino Moya, en el marco de la causa por abuso y corrupción de menores mientras fue párroco en Villaguay.
La sentencia judicial confirmó de este modo el fallo del Tribunal de Juicios y Apelaciones de Concepción del Uruguay. Según se indicó en el órgano judicial, el rechazo fue por mayoría y no por unanimidad. En disidencia se pronunció el vocal Hugo Perotti. Ahora habrá que esperar como máximo unos diez días hábiles. Ese es el plazo que tienen los abogados del religioso para apelar el fallo de este jueves. Si así ocurriera, el planteo por la prescripción escalará otro peldaño y llegará a la Sala Penal del STJ.
La decisión de Casación Penal, que habilita la prosecución de la investigación judicial en cuanto a determinar la responsabilidad del cura Moya en dos denuncias por abuso sexual infantil, fue por mayoría. Al voto fundamentado lo dio la vocal Marcela Davite, postura a la que adhirió la vocal Marcela Badano. A favor del recurso planteado por los defensores de Moya se pronunció el vocal Hugo Perotti. La posición de este último integrante es coherente con sus decisiones anteriores. Perotti ya se pronunció a favor de la prescripción de los delitos en la causa Ilarraz, cuando ese proceso judicial estaba en una instancia similar a la que hoy atraviesa la causa del cura Moya.
La causa había llegado a Casación el 14 de agosto de 2017. Fue después de que el 31 de julio del año pasado el Tribunal de Juicios y Apelaciones de Concepción del Uruguay rechazara el planteo de prescripción formulado por los abogados defensores de Moya. El camarista Mariano Martínez confirmó la resolución del juez de Garantías de Villaguay, Carlos Ramón Zaburlín, que el 29 de junio de 2017 rechazó la vía de la prescripción y elevó la causa a juicio.
Los abogados que entonces ejercían la defensa de Moya, Néstor Fabián Nicolás Paulete y Rubén Darío Germanier, pidieron la prescripción de los delitos que se le imputan al sacerdote: dos abusos, ocurridos en Villaguay, adonde estuvo destinado entre 1992 y 1997.