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Un club que trata de resurgir

Tiene los colores rojos y negros y tras varios años de inactividad vuelve al ruedo en 2019. En la localidad no hay institución deportiva pese a sus 15.000 habitantes.

Ezequiel Re

Hay personas que sueñan en grande, más allá que la realidad económica complica. Sin embargo, pese a la difícil empresa que pueden encarar, son tan optimistas que aceptan el desafío y con un trabajo de hormiga van avanzando. Un poco de ello encierra el Club Atlético Deportivo Colonia Avellaneda, la entidad fundada en 2008 pero que bajó los brazos en 2012. Sin embargo volvió a levantar la guardia y ahora está en la etapa del retorno. Y es el principio. El terreno donde se ubica el “rojinegro” está en etapa de desmalezamiento. Los arcos subsistieron al paso del tiempo, porque anteriormente eran parte de un predio dedicado al fútbol independiente. También hay una estructura de bancos de suplentes. El resto es imaginación. Dos canchas de fútbol con opción a una tercera y la posibilidad de iniciar además mamis hockey. Un puñado de padres y familiares acompañan a Héctor Camilo Sánchez y llevan adelante la refundación de una institución en un lugar clave.

El paso a paso

Los distintos barrios que se fueron incorporando, cambiaron la fisonomía de Colonia Avellaneda, la localidad lindante a Paraná. Ese crecimiento no condice con una realidad, los pibes no tienen espacio para realizar actividades deportivas y sus padres tienen que hacer esfuerzos para trasladarlos hasta la capital entrerriana para entrenamientos o juegos.

Pero Colonia Avellaneda tuvo una institución deportiva: el Club Atlético y Deportivo Colonia Avellaneda. Según explica su presidente, Héctor Camilo Sánchez “se fundó en 2008 y funcionó hasta 2012. Después quedamos sin ayuda económica y se terminó. Pero pudimos conservar la Personería Jurídica que estamos reactivando. Estamos en el tercer paso de cuatro para obtener la vigencia”.

En su primera etapa se practicó voleibol, basquetbol y fútbol en distintas categorías en Ruta 18 kilómetro 14, en un predio que se le había cedido. Concurrían unos 140 chicos. En fútbol compitieron en la llamada Serie B de Paraná Campaña, donde ocuparon el tercer puesto en 2008. También tuvieron un paso fugaz por la Liga Paranaense de Fútbol.

Pasaron siete años y el “Depor” de Colonia Avellaneda quiere retornar. Y el propio Suárez cuenta las razones: “Nos motiva la gran cantidad de chicos en la calle, lo único que se le ofrece en Colonia es fumar un cigarro por no decir otra cosa. No hay una contención. Ahora con la gente nueva, de los barrios, charlando, nos propusimos reactivar el club. Hay mucha gente interesada y que se quiere hacer socio”.

No será una tarea fácil, porque a los detalles administrativos se le suma la titánica tarea de poner en condiciones un predio. “Estamos desmalezando y poniendo en condiciones las canchas. El predio está ubicado en Teniente Giménez y Crucero General Belgrano, es propiedad privada, nosotros alquilamos. El dueño nos dio una mano grande al no hacer un precio tan elevado en el alquiler (80 litros de nafta mensuales). El dinero lo conseguimos haciendo socios, pero tenemos que ya poner en funcionamiento el club, sumando padres que colaboren. La idea es empezar a funcionar con categorías menores, una vez que tengamos una de las canchas disponibles empezamos. De a poco iremos terminando los otros sectores. También quieren sumarse las mamis hockey. Ellas vinieron, les gustó el lugar y quieren empezar”.

Cumplir un sueño

Celeste Soledad Suárez, es la secretaria de la entidad y además acompaña a su padre, presidente. “Es un orgullo estar en el club, tengo 27 años pero de chiquita acompañaba. Ya desde los 15 años andaba en el fútbol. Es un sueño que estamos esperando hace mucho. Queremos trabajar para Colonia, para los chicos, para sacarlos de la calle. En mi caso soy además instructora deportiva y de artes marciales así que tenemos bastantes ideas para el club”.

A la charla se suma Rodolfo Miranda, vicepresidente de la institución. “Me acerco porque vine hace cuatro años a vivir a Colonia Avellaneda y nos encontramos que no había lugar para practicar deportes. Sabía que el club estaba parado, pero sabía que Héctor Suárez no lo había abandonado, sino que estaba esperando que se acerque gente para seguir lo que había empezado. Me junto con él para que no se sienta solo y apoyarlo en los pasos administrativos y deportivos para sacar los chicos de la calle y también la gente grande que viene a Colonia y puede acercarse al club”.

La sede propia

En cuanto a la infraestructura la Municipalidad donó un terreno que en un futuro será la sede del club. El mismo está ubicado en avenida Montórfano al final, y ya posee escritura. Golpeamos puertas en la provincia como para que nos apoyen. Es un proyecto ambicioso, el club estaba dormido y de a poco se está despertando.

“Queremos competir donde se pueda, no son tiempos fáciles, inclusive para los padres mismos, que tienen que pagar una cuota o trasladar al chico. Iremos paso a paso. Pero sabemos que es todo a pulmón”, concluye Suárez, lejos de resignarse. Más bien esperanzado con cumplir con sus objetivos.

“Estamos a cero”, dice. Pero con ganas de revertir la situación y que el ruido de pelota, inunde el predio dentro de un breve tiempo.

La necesidad de un club

Aquellos soñadores que fundaban clubes hace más de 100 años proponían en los estatutos generar un espacio social y deportivo, necesario para cualquier población. Un lugar para practicar deportes y estrechar lazos de amistad.

Cuesta creer que en localidad de progreso y expansión como Colonia Avellaneda ese lugar esté ausente, junto a un estado ausente, más allá de las banderías políticas. Hoy la localidad reúne 15.000 habitantes, y no tiene un club. Un grupo de emprendedores decidieron volver a poner en funcionamiento el Deportivo Colonia Avellaneda. Alquilaron una desmalezadora, alquilaron un predio y no les sobra nada para llegar a fin de mes. Sin embargo entienden que los hechos de inseguridad ameritan que se busque un lugar de contención. Los padres también tienen la palabra y apoyar esta movida en beneficio de sus hijos.

Terceros en la Serie B

Deportivo Colonia Avellaneda vivió su época de esplendor en la década pasada. Es que en 2008 obtuvo el tercer puesto de la denominada Serie B, un certamen que reunió a localidades de Paraná Campaña. Se jugó desde 2006 a 2009 con un gran interés inicial pero luego decayó en cantidad de elencos y se disolvió. En ese lapso resultaron campeones El Pingo (2 veces), Unión de Pueblo Brugo y Aldea María Luisa. Deportivo Colonia Avellaneda tuvo su mejor actuación en 2008 cuando finalizó en la tercera posición. Tuvo un gran objetivo que fue fortalecer el vínculo con las localidades más pequeñas del Departamento. Comenzaron a jugarlo 12 elencos (2006) pero la última temporada apenas reunió 5 equipos (2009). Una pena.

Otra vez Avellaneda

Casualidad o no Deportivo Colonia Avellaneda comparte el nombre de una película insignia para los llamados clubes de barrios: Luna de Avellaneda.

Se trata de una película argentina estrenada el 20 de mayo de 2004 dirigida por Juan José Campanella y protagonizada por Ricardo Darín, Mercedes Morán y elenco. Según la trama, Luna de Avellaneda es un emblemático club de barrio que ha vivido en el pasado una época de esplendor y en la actualidad se encuentra inmerso en una crisis que pone en peligro su existencia. Si bien el guión no es similar, Deportivo Colonia Avellaneda comparte con Luna de Avellaneda, el ideal de sobrevivir pese a las adversidades en un espacio social y deportivo. Sería el ideal para un cineasta como Campanella. Un predio, dos arcos y muchos sueños. De película.

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