Un flagelo que no se detiene: el avance de los juicios laborales en la Argentina
Pasada la cuarentena estricta se ve un crecimiento vertiginoso y 2021 será el año con más juicios de los últimos cuatro. ¿Por qué hay tantos casos en la Argentina?
Pese a que los diferentes sectores productivos intentan volver con dificultades a los niveles de actividad previos a la pandemia, hay uno que, increíblemente, alcanza el doble que en 2020 y hasta 12,5% más que en 2019, antes del coronavirus.
Se trata de la industria de los juicios laborales. Se la conoce así, informalmente, al lucrativo negocio para pocos que surge del aumento indiscriminado de juicios por cuestiones de trabajo, en los que el empleado demanda al empleador.
Entre 2010 y 2016 este tipo de juicios casi se triplicaron y llegaron a un máximo histórico.
Una de las causas se dio en 2012: una reglamentación llevó a que las Aseguradoras de Riesgos de Trabajo no pudieran acordar directamente con el trabajador, lo que hizo que cada conflicto terminase en la Justicia, aumentando costos para empleados y empresas. Perdían ambas partes y ganaban los abogados.
Las cifras hablan por sí solas. Aun cuando en 2017 el Congreso aprobó una modificación a la Ley de Riesgos del Trabajo y los juicios bajaron levemente.
Pasada la cuarentena estricta se ve un crecimiento vertiginoso y 2021 será el año con más juicios de los últimos cuatro.
Un dato demuestra que la causa de los aumentos en los juicios laborales está totalmente distorsionada: entre 2010 y 2015, los accidentes cada mil trabajadores por ART pasaron de 89,2 a 81,2. Pero los juicios aumentaron: de 7,1 a 12,1 por cada 1000 personas. Es decir, los accidentes bajaron pero los juicios crecieron.