La llovizna y las bajas temperaturas en las calles ramirenses no daban tregua alguna. Quedarse en casa era la mejor opción para aquella noche de invierno. Pero ya era demasiado tarde: la pasión por bailar había ingresado al salón del Centro Empleados de Comercio, adueñándose del cuerpo de Cristian Álvarez y Paula Isaurralde. La música era la señal perfecta para que los bailarines de la Capital Provincial de la Juventud salieran a escena. Despacito y casi sin apuros comenzó a sonar de fondo “Mi dolor”, de Juan D’Arienzo.
Con suma delicadeza, el caballero tomó a la dama de la cintura y la invitó a dar un pequeño paseo por el lugar. El sentimiento tanguero se podía percibir a simple vista. Bastó poner play en el celular que reproducía el tema musical para que ambas fisonomías se fagocitaran mutuamente. Ya no eran dos personas danzando sino una sola que buscaba caminos y senderos, acompañados por el bandoneón que seguía tocando.
Mientras Cristián y Paula giraban en el centro del salón, Virginia observaba atentamente a sus padres. De ellos aprende constantemente pero también ella aporta lo suyo y no se guarda nada ya que, además, recomienda cuestiones que hagan a mejorar la performance. La pareja lleva 17 años en el rubro, por lo que los movimientos salen casi de memoria.
No quedan dudas de que el grupo 2×4, que hace referencia a los ocho compases que tiene el tango, se ganó un lugar en el público. Los aplausos no faltan cuando se bajan de los escenarios y tampoco estuvieron ausentes cuando el dúo se presentó días atrás Pre Mundial de Tango, desarrollado en Villa Constitución. El matrimonio obtuvo la quinta ubicación con la modalidad tango escenario, en la cual estuvieron compitiendo bailarines de Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos y norte de la provincia de Buenos Aires.
“El balance fue bueno pero difícil y es como que cada año se hace más difícil, pero siempre poniéndole muchas ganas, pasión y corazón. Nosotros siempre lo hacemos a pulmón porque no tenemos coreógrafos ni nada por el estilo. Sale todo de acá. Siempre volvemos enriquecidos de conocimiento y con ganas de más, además de conocer tangueros y apasionados como nosotros, con quienes compartimos muchas cosas”, expresó Paula a Mirador Entre Ríos.
Por su parte, Álvarez dejó en claro que “el nivel fue muy bueno. Estuvimos todos muy parejos y por eso es muy poca la diferencia entre uno y otro. Nosotros ya habíamos participado en Santa Fe, donde quedamos terceros. En esta ocasión presentamos el tango ‘El Amanecer’ de la orquesta El Arranque”.
Los inicios
El amor de este binomio por el tango no es reciente. Esta apasionante historia comenzó allá por el 2002 cuando la pareja de General Ramírez daba sus primeros pasos. Con el tiempo, fueron participando en diversos certámenes y adquiriendo experiencia. Dos años después de su debut, se consagraron campeones entrerrianos en Diamante. Un logro más que importante para su currículum personal y que los motivaba a seguir adelante. Al año siguiente, obtenían el tercer puesto en el Nacional de Tango realizado en Baradero (Buenos Aires).
La trayectoria se extendió a lo largo y ancho de la provincia. En las ediciones 2009, 2010 y 2013 consiguieron el máximo galardón del certamen “Entre Ríos Canta y Baila”. Asimismo, en 2015, se subieron al podio en la clasificación para el Pre Mundial desarrollado en Sauce Viejo.
En el 2016, el grupo 2×4 consiguió la primera ubicación del Pre Mate (Paraná) bajo la categoría Danza Estilizada Tango Escenario. Además, fueron invitados por los campeones mundiales, Iván Romero y Silvana Núñez, para realizar un show de tango escenario en la mencionada ciudad. Por tres ediciones consecutivas estuvieron presentes en la apertura del Festival Provincial de Tango en Rosario del Tala. El año pasado los entrerrianos estuvieron presentes en el Festival Internacional de Danzas Folclóricas “Colores del Mundo”, llevado adelante en México, y en septiembre del 2020 dirán presente en la Oktoberfest de Brasil, en lo que será su segunda cita internacional.
Hace 9 años, una nueva integrante se sumó a la pareja. Nada más y nada menos que Virginia, la hija de tan sólo 15 años. Bajo la fiscalización de la Confederación Interamericana de Danzas, compitió en diversas localidades de la provincia como San Jaime, Bovril, Paraná, Herrera y Villaguay, entre otros lugares de Entre Ríos. La joven bailarina comenzó a danzar cuando tenía cinco años y ya se ha ganado un lugar entre los mayores. “Bailar en pareja de por si es algo muy lindo porque hay una conexión impresionante y más cuando tenés un vínculo tan grande como lo es en este caso con mi papá”, sostuvo la estudiante.
—¿Cuál fue el evento que más los marcó
—Paula Isaurralde (PI): El salir del país nos marcó mucho. La experiencia en México para nosotros fue muy linda. Fue algo que pensábamos que nunca podría llegar. A parte fue un grupo muy lindo. Estuvimos 20 días en Guadalajara y Jalisco. Casi todos los días bailábamos en diferentes pueblos. Fue una experiencia muy linda porque conocimos gente muy buena. Ellos quedaron enamorados del tango. Nos felicitaban y nos hace sentir bien.
—Cristian Álvarez (CA): Llegar a un tercer puesto en un Pre Mundial fue muy importante para nosotros, el cual tuvo lugar en Sauce de Luna (2015). En Entre Ríos estamos muy bien vistos. Hemos ganado las instancias regionales, provinciales y hemos ido a Baradero. Cuando recién arrancamos nos consagramos Campeones Entrerrianos en Diamante. Tuvimos que desempatar con una pareja de Concordia.
—¿Algún referente?
—PI: Escucho de todo desde Carlos Di Sarli hasta Juan D’Arienzo, que son dos estilos diferentes. El primero es más sentimiento y el otro es más rapidito pero los dos están buenos. Con Cristian nos gustan mucho los tangos bolados como Jorge Falcón. Donde escuche tango, no importa si es con una guitarra o bandoneón, nosotros lo bailamos.
—¿Cuáles son sus sueños?
—PI: Primero poder seguir por este camino y llevar lo nuestro a distintos lugares. Pero lo más importante es el Mundial. Es algo tan lindo, donde se comparte tanto y el nivel es tan bueno. Se ven muchas propuestas diferentes ya que es tan variado el gusto. Eso te lleva a querer hacer cada vez más. Cuesta y por eso hay que trabajar mucho. Acá cerca no tenemos quien nos venga a dar clases. Pero hacemos todo lo posible. La semana pasada estuvimos en María Grande tomando clases con una chica que vino de Italia que baila espectacular y un bailarín que salió subcampeón en tango salón. Vamos aprendiendo y tomando de cada uno para formar lo nuestro. Lo lindo del tango es que no hay una única forma de bailarlo.
—CA: Ganar la sede de un Pre Mundial para poder llegar a Buenos Aires y después se verá.
—Virginia Álvarez (VA): Me gustaría poder llegar a un Mundial de Tango. Siempre acompañé a mis papás en los Pre Mundiales y cada vez que voy me muero por participar pero todavía no me da la edad.
—¿Quién te motivó a bailar tango?
—VA: Mis papás. Me acuerdo que los veía bailar a ellos mientras estaban ensayando. A mí me gustaba seguir el ritmo de la música, ni siquiera bailaba danzas clásicas ni nada por el estilo. Me ponía a girar y hacer cosas. Un día me preguntaron si quería ponerme a bailar.
—¿Qué hay que mejorar cuando bajan del escenario?
—VA: Nosotros siempre estamos tomando clases porque uno no nace sabiendo y tampoco se deja de aprender. Entonces, siempre hay cosas nuevas para mejorar. Cada vez que salimos del escenario, nunca me voy conforme. Nunca digo “me salió perfecto”.