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Una joven de Chajarí probó una de las vacunas experimentales del Covid-19

Carolina Zambón es una de las primeras argentinas en probar la posible cura contra el coronavirus. La chajariense contó su experiencia y de cómo se animó a dar este paso y su aporte a la ciencia.

Carolina Zambón, oriunda de Chajarí, es una de las 3.000 personas que se anotaron como voluntarias para la vacuna alemana de Pfizer y BioNtech, que sería producida por Estados Unidos.
En diálogo con Mirador Entre Ríos, Carolina comentó que, como todos, venía siguiendo el tema de la vacuna del coronavirus, pero en especial las investigaciones del Dr. Fernando Pollack respecto al plasma. “Escuché que se realizaría esta prueba en Argentina, entonces me animé, pensé, tengo 31 años, tengo buena salud, tuve la posibilidad de trabajar desde mi casa en esta cuarentena, entonces la pregunta no fue porqué sí, sino porqué no”, sostuvo.

Más allá de esto, dijo que al momento de inscribirse lo hizo sin demasiadas expectativas de que la llamen, “pero un día sonó mi teléfono y era para decirme si seguía interesada, les dije que sí, me hicieron un par de preguntas y un seguimiento por teléfono por varios días, hasta que se coordinó el traslado para el sábado 15 de agosto al hospital Militar (de Buenos Aires)”.

Respecto a los requisitos, contó que lo único era el límite de edad “creo que entre 65 o 70 años, pero no mucho más que eso, había que ser personas sanas, y el diagnostico de Covid no era excluyente”.

Los días previos

De esa semana previa, desde que se enteró que había sido admitida, hasta el día de la aplicación recordó que estaba muy ansiosa, “investigando bastante, tengo un amigo médico que me ayudó a ver cómo era el proceso más científico, pero no me puedo quejar, me fueron a buscar a mi casa, me atendieron súper bien, me sentí muy acompañada todo el tiempo”. Además dijo que el día de la aplicación fue sábado, “me tocaba comenzar temprano, no pensé que me llevaría tanto tiempo pero estuve todo el día”.

El día del traslado Carolina tenía una lista de preguntas que había ido escribiendo para no olvidarse ninguna, “tuve una entrevista con un médico y pude hacerle cada una de las preguntas, me respondió todas con mucha paciencia, todo el tiempo me sentí muy acompañada y me agradecían mi gesto”, valoró la chajariense.

Otra de las dudas que, por el procedimiento, no les responden, es si le habían colocado la vacuna o el placebo, “pero por los síntomas que tuve, que también lo hablé con un amigo médico que me va siguiendo el día a día, estoy casi segura que fue la vacuna”, estimó.

Entre esas manifestaciones físicas que sintió mencionó el cansancio, levantar un poco de temperatura, dolor muscular en el brazo donde le aplicaron la vacuna, y algo de fatiga. “Me gusta hacer ejercicio, al otro día pensaba salir pero no pude, preferí quedarme en casa, pero nada demasiado grave, como un estado gripal leve”.

Seguimiento cercano

A partir de las aplicaciones, el seguimiento se hace por dos años. “En pocos días tengo que aplicarme la segunda dosis, hacerme un hisopado y una muestra de sangre, después volver a los 21 días y después, si todo está en orden, cada seis meses hasta cumplidos los dos años”.

Carolina explicó que desde el laboratorio y el hospital se encargan de hacer todo el seguimiento de los síntomas que pudiera desarrollar con la vacuna o con la enfermedad, “porque al estar en un período de prueba, ellos no me aseguran que no pudiera contraer la enfermedad”.

Además, el hospital le dio un dispositivo en el que tiene que llevar un diario de síntomas y de enfermedad en el caso de que contraiga en este tiempo. También cuenta con un tutor, que la llama y le escribe a diario, “me pregunta siempre como estoy y si tengo dudas, me siento muy acompañada”.

Satisfecha

Finalmente, al ser consultada por cómo se siente hoy, aseguró que muy bien, “fueron días de prestar mucha atención a los síntomas, pero siempre me sentí muy contenta de haberlo hecho, si en algún momento dudé, rápidamente se despejaron esas dudas. Estoy conforme con haberlo hecho, no tengo miedos, eso es muy importante”, sostuvo.

La chajariense, hoy radicada en Buenos Aires, terminó la entrevista reiterando que espera que esto, su aporte, “sea una pequeña contribución a una solución que estamos esperando todos, no se trata de mí sino de una contribución a la comunidad”, concluyó.

La vacuna

En declaraciones a medios nacionales, el infectólogo Fernando Polak explicó que “la vacuna está basada en la tecnología del ARN mensajero, que lleva instrucciones de ADN para que las células del cuerpo humano generen ciertas proteínas protectoras. La misma comenzó sus ensayos en Alemania a fines de abril y en EEUU a principios de mayo. El proyecto de Moderna está basado en la misma tecnología.

El primer estudio de Pfizer y BioNTech incluyó a 45 adultos de entre 18 y 55 años, y en él se probaron distintas dosis de la vacuna que, según las empresas, produjeron anticuerpos superiores a los de pacientes que se han recuperado de Covid-19.

En un comunicado, la jefa de investigación y desarrollo de vacunas de Pfizer, Kathrin Jansen, dijo que los datos clínicos son positivos y que los trabajos se están llevando a cabo con la máxima urgencia.

La vacuna, según especificaron desde las compañías, fue en general bien tolerada, aunque en algunos casos causó fiebres y dolores locales donde fue inyectada, pero sin que se detectase ninguna reacción grave. Las dos compañías usaron esta información recabada para llevar a cabo una prueba mucho más amplia, con hasta 30.000 participantes, que ya está en marcha en Estados Unidos, Brasil, Argentina, Alemania y distribuidas en 120 locaciones a nivel global.

Lucía Torres
redaccion-er@miradorprovincial.com

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