En agosto comenzaría el estudio en el país. Se usará el 20% de las dosis asignadas para la prueba a nivel mundial. Prevén resultados a fin de año.
La Fase tres es una descripción de la instancia en la que está previsto que la Argentina ingrese al ensayo de la vacuna contra el coronavirus que desarrollan en conjunto las empresas farmacéuticas Pfizer y BioNTech, de Estados Unidos y Alemania respectivamente. Argentina fue elegida como el país en el que se cumplirá la etapa que evalúa la eficacia de la vacuna: a eso, en la jerga de estos desarrollos científicos, se le llama fase tres.
“La fase tres es cuando el estudio científico de una vacuna mide si sirve para prevenir de la enfermedad a aquellas personas que la recibieron”, explica el médico infectólogo Fernando Polack, que liderará la investigación local de la vacuna. El 80% del material disponible para la fase tres será probado en Estados Unidos y el 20% se pondrá a prueba en Argentina.
El estudio abarcará a voluntarios de entre 18 y 85 años y tendrá epicentro en el Hospital Militar Central: allí se hará el seguimiento de los candidatos a los que se administrará o no la medicación a través de un sistema de “doble ciego”: ni los médicos ni los participantes sabrán si reciben placebo o el fármaco, para que esa información no condicione los resultados. “Vamos a apuntar a un estudio en el que los participantes reflejen la diversidad de población que existe en el AMBA, donde se concentra el virus en nuestro país“, describe Polack, director científico de la Fundación Infant.
Según lo previsto, Argentina participará en la fase tres del desarrollo. “En concreto, en esta etapa se compara a los vacunados con los que reciben placebo para determinar si los que recibieron el tratamiento se enferman menos que el otro grupo“, describe el infectólogo.
“Las vacunas no funcionan exactamente igual en todos los países, por las características de cada población, por lo que este ensayo permitirá tener información enseguida sobre cómo funciona en nuestro país específicamente. A la vez, permitirá mostrar la capacidad científica de la Argentina y que eso abra las puertas a nuevas investigaciones. Y desde ya, participar en el testeo de un recurso escaso como será esta vacuna te posiciona mejor en la fila para acceder cuando el desarrollo esté completo”, suma Polack.
Está previsto que la vacuna que desarrollan Pfizer y BioNTech se aplique a candidatos estadounidense a partir de la semana que viene y hasta principios de agosto. Luego vendría la aplicación en Argentina. “Si toda esta evaluación es exitosa, la producción inicial de vacunas para grupos prioritarios estaría lista antes de fin de año”, sostiene el médico, a la espera de que le toque liderar la pata local de un ensayo que podría tener alcance global.