El 15 de noviembre de 2017, los tripulantes del submarino ARA San Juan tomaron contacto por última vez con la base naval en la que debían reportar sus movimientos. En esa comunicación, alcanzaron a avisar que había un desperfecto, y luego de ese día no volvieron a contactarse.
Un día después del último contacto comenzó la búsqueda del sumergible y los 44 tripulantes. En un principio con esperanzas de que hubiera sobrevida, varios días después esa opción fue descartada. Con idas y vueltas, luego de 368 días una empresa extranjera, que viajó a Argentina con equipos de última generación, halló el submarino a 907 metros de profundidad, en un lugar cercano al que suponían fue el último punto de contacto. A partir de allí, todo fue dolor e incertidumbre, pero con las cicatrices a medio sanar los familiares se propusieron llevar en alto el nombre de quienes dejaron su vida en el mar.
Entre los tripulantes del submarino viajaba Fernando Mendoza, un concordiense que pasó su infancia y adolescencia en su ciudad natal y que cuando terminó la escuela secundaria decidió viajar para dedicar su vida a las Fuerzas Armadas. Su deseo se cumplió, empezó a hacer lo que le gustaba, su familia dice que el submarino “era como un hijo para él”, y allí dejó su vida, en ese lugar que era “su lugar”. Ahora, a casi un año de la aparición del sumergible, Mayda Cresto, diputada nacional concordiense, presentó un proyecto de resolución en las dos cámaras en el que propone que los 44 integrantes de la Armada sean recordados de una manera muy particular, con escuelas que lleven sus nombres.
Sobre la idea
La diputada Cresto, que nació en la misma ciudad que Fernando Mendoza, conoce a la familia del teniente de navío que iba entre los tripulantes del ARA San Juan. En contacto con ellos recibió una respuesta positiva para el proyecto que, de ser aprobado, dejará en Concordia un lugar en el que recordarán a Fernando para siempre.
Me parece prioritario el respeto a las familias, que fueron ninguneadas y maltratadas en todo el proceso de búsqueda del submarinoMayda Cresto
diputada nacional
En diálogo con Mirador Entre Ríos, la legisladora contó: “Uno de los héroes del ARA San Juan es de Concordia, charlando con el intendente, que había tomado la decisión de ponerle el nombre a una de las calles de la ciudad, decidimos hacer el proyecto porque consideramos que una escuela es un monumento en el que pasan las generaciones y trasciende en el tiempo. Además es muy bueno que haya nuevas escuelas, por eso ideamos este proyecto que hace que el Ejecutivo convoque a licitación y se construyan estos nuevos edificios con los nombres de cada uno de los héroes y que se construyeran en donde las familias decidan”.
“Es importante que las familias tengan un lugar con el que referenciarse y a donde ir a recordar y nada mejor que sea un lugar así”, aseguró y agregó: “Recuerdo que en la escuela a la que fui había un salón de lectura que se llamaba teniente Alejandro Dachary, en homenaje a un concordiense caído en Malvinas, a quien siempre teníamos presente. Además en esa biblioteca recordábamos quien fue, qué hizo y qué le había pasado. También hay una escuela con su nombre y creo que Fernando y sus compañeros también pueden ser homenajeados de esta manera y a la vez ser parte de un lugar tan importante como lo es un colegio, en donde se formarán los ciudadanos del mismo lugar que lo vio crecer”.
—¿Qué reacción tuvieron las familias al enterarse del proyecto de resolución?
—En julio, cuando la Comisión Bicameral Investigadora de la desaparición del ARA San Juan presentó su informe en el Congreso Nacional, le acerqué el proyecto a los familiares para explicarles de qué se trataba, preguntarles si estaban de acuerdo con él, y pedirles autorización para presentarlo, ya que me parece prioritario el respeto a las familias, que fueron ninguneadas y maltratadas en todo el proceso de búsqueda del submarino.
Por suerte, todos fueron muy receptivos y apoyaron el proyecto, lo que nos alentó a avanzar en este sentido. Por supuesto que nadie va a devolverles a los tripulantes, así como tampoco van a tener la posibilidad de darle sepultura a sus cuerpos, pero el sentido del proyecto es darles la tranquilidad de tener un lugar para recordar a cada uno de los héroes. Y el hecho de que este lugar sea una escuela es muy significativo y valioso para homenajearlos y no olvidar. En este sentido, es muy importante determinar quiénes fueron los responsables para que este tipo de cosas no sucedan nunca más.
—¿La presentación que hiciste ya fue sujeta a aprobación? ¿En qué proceso está?
—El proyecto fue girado a la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados, pero aún no tiene fecha de tratamiento. De todos modos, y por la importancia del tema, fue acompañado por diputados de diferentes partidos. Al ser un tema transversal, que trasciende las diferencias políticas, lo acompañaron diputados y diputadas del Frente para la Victoria, del Frente Renovador y del PRO. Tenemos esperanza de que pueda avanzar y lograr la aprobación. Sería un gran gesto hacia las familias y un homenaje merecido para cada uno de los héroes del submarino.
Recordar, en medio del dolor
Aunque los días pasen, la familia de Fernando Mendoza sigue en medio de un duelo que resulta interminable. El submarino desapareció días antes del cumpleaños del concordiense y, desde ese momento, los Mendoza sienten un dolor que los acompaña día a día.
El proyecto de una escuela con el nombre de ese hijo, hermano, esposo y padre significa una caricia en medio de la tristeza.
Raquel Colombani, madre del tripulante entrerriano del submarino, contó a este medio: “La idea de hacer escuelas me parece perfecta, es un buen proyecto porque sirve para que no llegue el olvido y además hacen falta escuelas”.
Sobre la vida de la familia, a casi dos años del accidente en que desapareció el ARA San Juan, relató: “Nosotros estamos sobreviviendo, todos. Mis otros hijos, la esposa, los hijos, mis hermanas, toda la familia sufre. Sus hermanos están destrozados porque eran muy unidos. Esta tragedia nos partió al medio, realmente”.
“Desde el punto cero estamos iguales, es terrible esta tragedia, no se cómo explicarlo porque revivimos todos los días lo que pasó, es angustiante, no es fácil encontrar las palabras para expresar lo que se vive cuando te pasa algo así”, describió.
Además de la escuela, los familiares de Fernando hablaron con el intendente de la ciudad, Enrique Cresto, quien aceptó la propuesta de poner el nombre del teniente de navío en una calle. “Fernando ha dejado una huella muy profunda en Concordia, tiene muchos amigos y conocidos”, contó y agregó: “Hace más de un año le solicité al intendente poner el nombre de mi hijo a la Avenida Del Río, que es un paseo hermoso en la costanera y muy significativo para mucha gente, que lo visita todos los fines de semana. Me dijo que lo hará, entonces le sugerí si puede hacerse la inauguración el 28 de noviembre, que sería el cumpleaños número 40 de Fernando, sería bueno conmemorarlo ese día”.
Sobre el momento que atraviesan las familias, Raquel sostuvo que “lo único que pedimos es justicia, es la herramienta que tenemos”, y concluyó: “Ojalá haya justicia, porque al submarino no van a poder sacarlo ni tampoco recuperaremos el cuerpo de él para poder darle una cristiana sepultura y tener a donde ir a llorarlo”.
Mural en honor a Fernando
Además del proyecto de la escuela y la calle con el nombre de Fernando Mendoza, de camino a la costanera de Concordia, artistas inauguraron un mural con la imagen del submarino, en homenaje al concordiense y sus compañeros. Además, en la escuela técnica nº1, en donde cursó sus estudios secundarios, hay una placa con su nombre y, desde 2018, también así se llama el premio que reconoce el mérito técnico de alumnos del último año.
Belén Fedullo
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