Los precios de los alimentos continúan con una marcada tendencia alcista y, durante la primera quincena de enero, la canasta aumentó un 2,15%, impulsada sobre todo por las subas en las carnes y -en menor medida- los artículos de almacén.
Según un informe de Consumidores Libres, en el interior de la canasta se destaca la suba en el sector Almacén, con aumentos marcados en harina de trigo (5,9%), fideos (5,5%) y leche (2,8%). Las carnes tuvieron un alza del 5,1% en los primeros quince días del año, con incrementos en asado (3,6%) y paleta (7,7%). Las frutas y verduras, por el contrario, bajaron 5,4%.
“Es un número alto para quince días. Teniendo en cuenta que las tarifas, tanto de energía como gas natural, están congeladas; estando vigente el programa de Precios Cuidados y Precios Máximos, y habiendo disminuido el poder de compra en vastos sectores de la sociedad, que los productos de consumo cotidiano hayan tenido un aumento de 2,15%, es un número elevado”, señaló a Ámbito Héctor Polino, titular de la entidad, quien remarcó algunos de los factores que incidieron en dicha suba: “Una de las razones es porque se ha dolarizado la economía. Eso es un verdadero absurdo, porque en todo caso la variación del tipo de cambio tendría que incidir en aquellos productos que son importados o en aquellos productos de fabricación nacional con algún componente importado, pero no en el 100% del precio del producto. Además, se suma la falta de controles y una cierta inercia: se remarca por las dudas”.
La suba de la canasta de alimentos no fue mayor, de hecho, porque se registró una baja en los precios de las frutas y verduras. Para Polino, esa corrección se explica por un elevado incremento en los meses previos: en octubre aumentaron 10,1% y un 6,9% en noviembre. Durante todo 2020, según Consumidores Libres, registraron una suba de 102%. En el mismo período, los cortes de carne relevados subieron 62,8% y los productos de almacén, 62,8%.
De cara a futuro, Polino sostuvo que pueden emplearse medidas para frenar la suba de los alimentos, pero advirtió: “Para lo que viene, si se concretan realmente controles, y son efectivos, se puede frenar este permanente aumento de precios. Siempre que se mantengan congeladas el precio de las tarifas de energía y gas natural. Y si se controla, además, el precio de los combustibles, porque si la nafta y gasoil continúan aumentando, también eso va incidir en el precio de los productos por el aumento de los costos de producción y distribución”.
Por su parte, desde el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) analizaron la evolución de los precios de las carnes durante 2020 e incluyeron en la comparativa al pollo, “dado los elevados niveles de consumo por parte de la población y su carácter de bien sustituto”. En ese sentido, se destaca que los cortes de carne vacuna se incrementaron un 75% y el pollo, un 57,9%.
Al analizar dichos incrementos, la consultora esgrimió una serie de razones: “El aumento de las exportaciones derivado de la mayor demanda por China convierte a la carne en un cuasi commoditie, atando el precio local al precio exportable”. También hizo mención al aumento del maíz, “por tratarse de un insumo utilizado para la ganadería y la producción de leche, huevos, pollos, entre otros productos alimenticios de primera necesidad”: durante el año pasado, el valor del grano creció 63% en dólares.
“En la carne vacuna, los aumentos del maíz sólo explican una pequeña parte de los incrementos en los precios. Se debe más, en general, a la especulación. En el pollo, en cambio, el maíz puede explicar el 70% del alza y es probable que quieran pasar el diferencial de la suba del maíz al valor de venta al público”, sostuvo a este diario Hernán Letcher, director del CEPA, quien sobre posibles medidas del Gobierno para frenar dichas subas, agregó: “Hay que desacoplar los precios del valor internacional, porque cuando aumenta se termina trasladando a las mesas argentinas un pollo con un precio que le pusieron en Chicago”.
Inflación
La suba en los precios de los alimentos traccionará el índice de inflación, tal como ocurrió en diciembre: “Alimentos y Bebidas” registró una suba de 4,4% a nivel nacional, según INDEC. “Los datos de avance para las dos primeras semanas de enero muestran una inflación de alimentos de 4,4% mensual, no dando aún señales de moderación. Así, se espera otro registro alto de inflación mensual para el primer mes del año, en torno a 4% mensual”, señalaron desde LCG.