En el momento en que un perro es adoptado su vida cambia drásticamente, por su puesto lo ideal es que sea un cambio positivo, transportándolo a un entorno diferente lleno de atención, amor y cuidados.
Los humanos que deciden adoptar a un perrhijo deben ser conscientes de la gran responsabilidad que están adquiriendo, el objetivo es ofrecerle una mejor calidad de vida a los nuevos miembros de la familia cubriendo todas sus necesidades.
Los primeros días suelen resultar complicados por la cuestión de adaptación, generalmente no se sabe con exactitud el ambiente en el que los perros se desarrollaron y eso influye en su comportamiento actual.
Es cuestión de tiempo, paciencia y disposición para que en familia se resuelvan los problemas que impidan la tranquilidad, estabilidad y felicidad de la mascota.
Después de trabajarlos, el cambio en los perrhijos será evidente y estarán listos para disfrutar de su nueva vida.
Cambios en los perros después de ser adoptados
- Su carita es otra, lucen más felices y tranquilos.
- Jamás pasarán días enteros sin comer, ni se verán en la necesidades de buscar alimentos.
- Vuelven a confiar en los humanos.
- Tal vez se asusten con el ruido de la lluvia, pero ahora saben que no tendrán que huir de ella porque ya tienen un hogar.
- Ahora pueden salir a pasear seguros y cómodos con sus pecheras.
- Los baños de sol son voluntarios, no porque estén en medio de una calle sin poder ocultarse en un lugar techado.
- Viven tranquilos porque saben que sus dueños no les harán daño.
- Saben que si se acerca a sus humanos no serán rechazados, es decir, no mendigan amor.
- Son el centro de atención, los favoritos y consentidos de la familia.
Recuerda que hay muchos perritos esperando un cambio en su vida y nosotros como humanos, tenemos la posibilidad de tener un mejor amigo incondicional.