Es una buena señal para la provincia que viene siendo afectada desde diciembre con incendios forestales que ya quemaron más del 800.000 hectáreas.
La intensa lluvia que se desató pasadas las 16 trajo alivio a los bomberos y brigadistas que estaban trabajando en los focos de incendio que aún están activos en Corrientes y parte de Misiones.
Desde las 17, en algunas ciudades correntinas las precipitaciones fueron fuertes y, además, hay alerta para gran parte de la provincia.
En la localidad de Santo Tomé comenzó a llover a las 16.15 de forma intensa y la gente salió a la calle a recibir la lluvia que tanto se hizo esperar. Los chicos jugaban a la pelota en una canchita y siguieron jugando bajo la lluvia.
Cerca de las 17, empezaron a regresar las autobombas y camionetas con bomberos de todos el país. A pura bocina y sirena, hicieron sentir su felicidad por la tan esperada llegada del agua.
Los dos grandes focos que quedaban en Santo Tomé eran los ubicados en la ruta provincial 40 (que va desde empalme hacia Pellegrini) a estancia Casualidad, y también al campo de Metrechen. Minutos después, las llamas alcanzaron nuevamente a San Benito y a la estancia Pirizal (conocido también como Tres Taperas), también por ruta 40, a unos 45 kilómetros del casco urbano de Santo Tomé. Según indicaron los bomberos los focos se fueron controlando y esperan que las lluvias previstas para los próximos días continúen ayudando.
En los alrededores de Virasoro llovió de forma intensa pero no así en el casco céntrico, donde llovía de forma intermitente. Igualmente, los bomberos esperan que con el paso de las horas la lluvia contenga los incendios.