El líder de Camioneros presiona a la CGT y quiere sumar a gremios del transporte que habían anunciado una huelga para el 1° de mayo.
Los gremios disidentes de la CGT, que tienen como máximo referente a Hugo Moyano, y las tres CTA convocaron este jueves a un paro general para el 30 de abril.
La idea del jefe del gremio camionero es convencer a los otros gremios del transporte que anticipen la protesta sectorial activada para el 1° de mayo en rechazo al impuesto a las ganancias.
En caso de que los transportistas cambien la fecha y se pongan de acuerdo con Moyano, la CGT podría sumarse a la medida de protesta o proponer una fecha alternativa para mediados de mayo.
Moyano ratificó el cronograma de los reclamos en una reunión con aliados en la sede del Smata. Asistieron allí otros gremios de peso como el de los bancarios, aeronáuticos y los señaleros ferroviarios. Pablo Moyano, número dos de los camioneros, anunció además la adhesión a la protesta de movimientos sociales y de la Multisectorial 21-F.
En conjunto con los gremios rebeldes de la CGT, los ceteistas Hugo Yasky y Pablo Micheli confirmaron la “unidad en la acción” y reforzarán el reclamo en contra del rumbo económico de la gestión de Cambiemos . Ricardo Peidro y Hugo Godoy, referentes del otro bastión de la CTA, anunciarán este viernes su adhesión.
Si la CGT y Moyano unifican su protesta y llegan a una huelga, sería la quinta desde que Mauricio Macri llegó a la Casa Rosada. Sin embargo, en la CGT se impone hasta el momento una postura más dialoguista y no hay unanimidad para romper los puentes con el Gobierno.
Así, dan forma a esta posición más cercana al oficialismo un sector de “los Gordos” (grandes gremios de servicios) y los independientes (estatales de UPCN y AYSa y la Uocra). Además, Héctor Daer y Carlos Acuña, los dos jefes, no creen conveniente activar una huelga a menos de una semana de haber destrabado el reintegro de 13.000 millones de pesos para las.obras sociales sindicales.
Lo concreto es que la determinación de Moyano, las CTA y los transportistas presiona a la cúpula de la CGT, que debatirá internamente la semana próxima la viabilidad de coincidir todos en un mismo reclamo.